Prensa - Compás de espera
ESPERANDO LLEGÓ EL COMPÁS
Curro Velázquez-Gaztelu
GARA – 14 de Marzo 2015
Repetir patrones establecidos y que funcionen de una forma evidente es trabajo mutilado, es esfuerzo sin esa recompensa que nos hace aliados del arte y que a la vez nos hace formar parte de un todo. Otra cosa bien distinta es apostar por nuevos ingredientes evolutivos, nuevas fórmulas interpretativas y exquisitos parámetros escénicos.
Asunción Pérez Choni, tiene esa capacidad de transformar en poema visual aquello que toca. En dar esos matices vitales para que el flamenco sea lo que precisamente es: la versatilidad latente, el eclecticismo concomitante. Y no como un arte estanco, una expresión colgada en los museos etnográficos, un ISIS artístico. Para no caer en ello, Choni saca su armamento pesado: su prodigiosa estancia ante el escenario, y el saber rodearse de todos y cuantos apuestan por este aire renovado. Un aire fresco que no es solo y exclusivamente para el propio flamenco sino también para todo y todos cuantos formaron parte de la propuesta. Ya nos tiene acostumbrados Choni y su Compañía Flamenca, desde sus inicios, en una versatilidad que cada vez se va mimetizando más entre propuestas más clásicas y al uso dentro del propio flamenco. Y es ahí precisamente donde prevalece la grandeza.
Esto es, poder convivir con formas dispares, pero a la vez análogas en una mismo estado de cosas. Y es que el flamenco es, indiscutiblemente, un arte vivo y en constante renovación. Una muestra de ello es cómo se dejaron llevar por la «petenera» o la «seguiriya» que nos propusieron en las tablas del Principal. Estreno absoluto en Donostia, todo un lujo para la propia dFeria.
«Compás de espera»; el desatino del vivir, de ocupar tu espacio en el mundo, la controversia humana al desnudo, su desesperación por lograr la meta que nos imponen, la ansiedad ante la imposibilidad de conseguir tus metas. Al fin y al cabo esa red como metáfora confeccionada por el mismo sistema. La red cae, pero a la vez intentamos salir de ella una y otra vez hasta la extenuación, pero aunque se sepa que va a ser tarea imposible, el ser humano, saca la parte más visceral, lo intenta hasta la saciedad, una y otra vez… Una y otra vez… Una y otra vez… Al compás de la espera…